09 Sep DEL TODO IBA BIEN, AL AHORA QUÉ HAGO

No cabe duda de que si tuviéramos que dar un respuesta, esta sería reinventarse.

Durante mucho tiempo las empresas y los autónomos nos hemos mantenido en nuestra zona de confort porque todo iba bien. Eso sí, con mucho trabajo, dedicación, esfuerzo y sacrificio.

Ahora todo ha saltado por los aires, la gente ha desaparecido de nuestras calles, las ventas online y los ecommerce son de primera necesidad cuando nuestra vida social se limita prácticamente a las cuatro paredes de nuestras casas y la búsqueda de clientes para nuestros negocios es casi una misión imposible.

La nueva realidad  y la nueva anormalidad nos abocan a un camino inexorable, la reinvención, modernización y digitalización de nuestros negocios.

Conseguir clientes online

Ahora más que nunca cobra una importancia vital cuidar nuestra marca de empresa, de autónomo, y tener digitalizados nuestros procesos, poder vender nuestros productos en internet, y buscar nuestros clientes en cualquier parte del mundo de manera online, allí donde estén los que nos interesan.

Para ello, no basta con buscar al famoso cuñadísimo que sabe de internet o de ordenadores, o algún amigo que trastee con el Photoshop para que nos haga un diseño bonito.

¿Tenemos página web? ¿La tenemos optimizada? ¿Actualizamos sus contenidos? ¿Tenemos una tienda online o ecommerce? ¿Puedo vender mis productos y servicios a través de ella? ¿Cuántas personas la visitan? ¿Cuántos clientes conseguimos? ¿Tenemos un blog?

¿Tenemos redes sociales? ¿Sabemos cómo utilizarlas? ¿Están enfocadas a nuestro negocio? ¿Sabemos que interacción tienen? ¿Cuántas visitas se derivan a nuestra web? ¿Cuántas ventas online realizamos?

¿Sabemos cómo nuestros potenciales clientes actúan en la red? ¿Cómo son sus compras? ¿Por qué compran en otras webs y no visitan la nuestra? ¿Tenemos una base de datos de potenciales clientes?

Demasiadas preguntas que, seguramente, no nos habíamos hecho antes de la aparición del COVID-19 y a las que ahora es urgente dar respuesta.

Si no queremos que nos vuelva a pasar, tenemos que ser visibles, captar la atención de nuestros futuros clientes, ofrecer un servicio directo (sin intermediarios) y lo más digitalizado posible.

Vende aunque te confinen, no te preguntes nunca más: ¿ahora qué hago?